El
libro "Ciudades Preventivas" de autoría de varios profesionales que han
venido trabajando sin descanso por favorecer campañas orientadas a
persuadir a la sociedad y especialmente a la juventud, que no se deje
seducir o atrapar por el consumo de drogas o estupefacientes, significa
una muy alta contribución de indiscutible contenido social, que enfrenta
uno de los más graves y crecientes problemas del mundo contemporáneo.
El consumo de drogas, entre los más conocidos, la marihuana, cocaína, heroína, no sólo está depredando la salud y la tranquilidad de la sociedad de nuestros tiempos, sino que se ha convertido desgraciadamente, en el más agresivo insumo para la formación de bandas de crímenes organizados, financiados por quienes trafican con el comercio de drogas que va penetrando cada vez más en las fuerzas encargadas de mantener justamente la seguridad y el orden (Policía y Fuerzas Armadas), si es que consideramos que el narcotráfico es uno de los "negocios" más lucrativos y que más dinero mueve en el mundo.
El libro sin duda tiene un alto contenido humano en el que se enfatiza que no puede la sociedad considerar al drogadicto o al que usa cualquier tipo de estupefacientes, como alguien a quien hay que condenar por algo delincuencial, son adicciones que lejos de constituir actitudes en las que el sujeto que consume busca obtener provechos del vicio o desafían la organización social, su adicción se va convirtiendo en algo enfermizo que requiere una buena dosis de comprensión y un adecuado tratamiento profesional, tanto en el aspecto sicológico como en el aspecto médico. Los autores advierten la necesidad de abordar el tema desde un punto de vista sistémico y multifocal, por su incidencia negativa en todos los estratos de la sociedad, no es un problema de carácter individual, por eso plantean que la acción preventiva debe emanar de entidades públicas, de sectores privados, de ONGs (organizaciones no gubernamentales), desde organizaciones de la sociedad civil y contando siempre con la colaboración ciudadana.
El libro advierte que los efectos del consumo de droga son difusos, crean problemas de memoria y aprendizaje, distorsionan la percepción y crea dificultades para razonar, afecta la coordinación, genera taquicardia, ansiedad, pánico. A largo plazo puede crear problemas cardiovasculares, afecta a niños cuyas madres usan droga e incluso subrayar puede causar hasta cáncer. Lamentablemente es un problema social que crece de manera multiplicada y los centros calificados para el tratamiento que existen son insuficientes.
Como medidas a implementar destacan la necesidad de realfabetizar al preventor que les permita familiarizarse con un código de comportamiento del joven, para viabilizar una adecuada comunicación de doble vía entre el preventor y el consumidor, el preventor debe estar atento a la realidad de los jóvenes porque su felicidad es su último objetivo, advirtiendo que el preventor debe meditar sobre el dolor que genera el fracaso de una campaña preventiva por una mala praxis.
Todo lo expresado hace que la Universidad Laica "Eloy Alfaro" de Manabí valore en alto grado esta publicación, que tiene el aval de expertos conocedores del tema, estudiosos del problema, entre los que se incluye nuestra docente, Decana de la Facultad de Trabajo Social, Lic. Olga Vélez de Mendoza, quien ha dedicado gran parte de su vida a colaborar con la prevención del consumo de drogas.
(Texto perteneciente a la
presentación de la obra Ciudades preventivas -libro colectivo- que
editorial Mar Abierto estará publicando en los próximos meses)
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