lunes, 8 de enero de 2007

Decálogo de vida personal



1. Nada causa más placer en la vida que poder ser útil a los demás, servir a quien pueda hacerlo sin esperar nada a cambio. Soy una persona muy sensible y siento la felicidad de así haber actuado en mi vida, sin jamás haberme defraudado en mis convicciones e ideales.

2. Tengo muchos defectos, pero los que más encuentro que sobresalen son: que soy a veces excesivamente perfeccionista, muy vehemente y peco de ingenuo o confiado, creo que todo el mundo obra con sinceridad y aquello es un error.

3. Soy incapaz de usar bajas pasiones, pero termino por despreciar a los que engañan, a los desleales, a los ambiciosos de dinero o poder que son capaces de todo por conseguir sus propósitos personales y deshonestos. Faltos de sinceridad e irrespetuosos con el derecho y dolor ajenos, no les interesa otra cosa que escalar posiciones sin respetar ni siquiera a sus familiares y amigos.

4. Ser directivo universitario ha sido para mí una actividad que echó raíces profundas en mi espíritu siempre inquieto, sin que haya abandonado mi actividad profesional de Abogado, ni la actividad agropecuaria a la que estoy vinculado por ancestro, ni que sea indiferente cívicamente a los problemas de mi provincia y mi patria. Creo que una buena educación nos hace libres e iguales y permite formar una conciencia social que posibilita saber: qué está bien y qué está mal y conocer mejor la realidad en que vivimos, aquello explica mi vocación por la educación sin que sea un profesional de la misma.

5. No hay ideología más humana que la liberal, que defiende la libertad y los derechos humanos, ni más progresista y democrática que la radical, que sostiene que el interés colectivo está sobre el interés personal, por eso me adherí al Liberalismo Radical de Alfaro.

6. En el plano muy personal e íntimo disfruto mucho del buen comer, aclarando que no me refiero a comer todo y en abundancia, sino saber comer, es decir lo que los franceses llaman “un buen gourmet”. Creo en definitiva que el sentido más desarrollado que tengo es el gusto. También disfruto mucho de viajar, es la mejor y quizá la única forma que la persona tiene para adquirir una mentalidad y un conocimiento mucho más amplio y global de hechos y personas, pero uno y otro placer son realmente agradables cuando se comparten con personas que uno quiere o aprecia.

7. No tengo dudas que el principal patrimonio que adquirí en mi vida está formado por Reconocimientos Cívicos Profesionales, Educativos y Culturales, recibidos espontánea y sinceramente, jamás me palanqueé nada, ni he recibido nada a cambio de algo. En este aspecto soy de las personas más afortunadas que existen en Ecuador. Tener buenos amigos (as) que me consideren y estimen como es mi caso, es una fortuna incuantificable e irremplazable.

8. Soy de los que creo que uno debe llegar a cualquier posición por sus méritos y esfuerzos propios, esto es entrar por la puerta y no por la “ventana”. Me he realizado ocupando el más alto cargo en la Academia Ecuatoriana siendo Presidente del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas del Ecuador por más de seis años. O haber dirigido todo el proceso de creación, construcción y desarrollo de la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí. Quizá esas realizaciones que he tenido en el campo académico influyeron en mi decisión de no aceptar las repetidas propuestas de ser candidato a la Presidencia de la República, pues creo con Platón “que más importante que la ciencia de gobernar es la ciencia de educar”, la primera es transitoria, la segunda permanente. Siempre fui enemigo de prometer, preferí la acción, la única promesa que hice se realizó, la construcción de la carretera Manta - Rocafuerte, fue uno de mi sueños que buscó unir mi lugar de nacimiento que es la zona norte de Manabí con el lugar de mi residencia Manta, por eso luché y logré que se apruebe la ley que propuse ante el Congreso Nacional, cuando fui Legislador por Manabí, para que se construya esa carretera que tenía fuertes y justificados opositores.

9. Se me ofreció el cargo, y pude haber sido Vicepresidente de la República en 1981, Vicepresidente del Congreso Nacional en 1980, Superintendente de Bancos en 1981, Ministro de Estado varias veces. Aunque aquellas propuestas y distinciones me han halagado, preferí excusarme, en razón de que en aquellas circunstancias, las ofertas y distinciones no estaban de acuerdo con mi conducta y principios, o porque me he sentido a gusto haciendo mis actividades. Siempre creí con Bolívar que el honor y la gloria de un hombre no se logran ocupando una elevada función política sino siendo un ciudadano de bien, esto es: ser justo, leal, honesto, sincero, responsable, trabajador, generoso, amable.

10. No he sido un hombre pobre, decirlo sería insincero, por tradición familiar he sido propietario de bienes. Lo que sí tengo es el orgullo de expresar en voz alta: que mientras hay muchos nuevos ricos que no pueden justificar el origen de sus bienes, estoy entre los que por excepción, no se han enriquecido en una función pública. Soy de los muy pocos ecuatorianos que cuando llegué a un cargo público: Presidente del Consejo de Manta, Legislador por Manabí, Presidente del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas, Rectorado de la Universidad “Eloy Alfaro” de Manabí, Miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción, cumplió con declarar ante notario todos mis bienes y sobre todo cómo los adquirí. Tengo la satisfacción de que no incrementé mi patrimonio, al contrario lo he disminuido.
*Decálogo extraído del libro Filosofía de la vida o la vida es una filosofía publicado en junio del 2006.

1 comentario:

Corina dijo...

El comportameinto humano se mide de acuerdo a la capacidad y el conocimiento intelectual del ser humano, los grandes triunfadores en esta vida no fueron aquellos que gozaban de placeres en medio de riquezas, pero si fueron aquellos que con pasion de lucha y deseos de convertir un sueño en realidad desangraron sus manos para realizar lo que otros creian imposible. Felicidades por su articulo... Solo se fracasa cuando se deja de intentar!
Exitos.